top of page

Hablemos de música II: "Tú qué vas a saber de música."

  • Foto del escritor: César Madcat
    César Madcat
  • 20 sept 2021
  • 0 Min. de lectura

Actualizado: 20 sept 2021

"Nunca hables de política, fútbol o religión en la mesa" dice el refrán popular. Pues siempre termina en una acalorada discusión que desmantela familias enteras. Siempre he creído firmemente que la música debería de estar incluida en ese listado de temas delicados. Porque en caso de haber algún melómano intenso en los presentes, puede desatar una pelea de esas que terminan noviazgos, siembran divorcios y arruinan navidades.

Seamos honestos; sin importar el género, la música es algo que despierta nuestro sentido de pertenencia social. Aún si eres un solitario gótico que vive en un oscuro sótano, encontrarás en las lúgubres melodías darks un nicho que te hace sentir parte de algo más. Consiente o inconscientemente, sabes que hay otras personas en el mundo escuchando y sintiendo lo mismo que tú, y aún si no es así... conectas con el sentir del creador de dicha pieza musical... te identificas pues. Ya sea que lo que estés escuchando hable de "Sacrificios humanos a satán" o si imaginas que algún día podrán ser "Felices los cuatro". En otras palabras: la música es un ejercicio social y/o emocional.



Pero ¿Por qué levanta tantas discusiones cada vez que Alex Syntek aparece en twitter para decir que el reggaetón es peor que la peste negra, o Bad Bunny diciendo que el reggaetón es el nuevo punk?

Es eso... sentido de pertenencia. Ya sea un choque generacional, cultural, o social, siempre el problema es el mismo: si no son los ideales de mi tribu... son pendejadas.

Antes de llegar a los 2010´s yo era un juvenil y alargado contenedor de hormonas alocadas con acceso a internet (mala combinación), ferviente detractor del reggaetón descalificando a sus creadores pero aún más, a sus adeptos.

Pese a mis publicaciones y a todos los berrinches online, el reggaetón sigue ahí. Por decir algo, pues el género paso de un Dembow urbano lleno de contenido sexual y gangsta, a algo más parecido a un pop tropical ya con el filtro de la industria mainstream. Confirmando que el pop es probablemente el género más mimético de la historia, pues siempre transmuta, asimila a géneros menos populares y los adopta como una extensión de sí, al menos hasta que necesite un nuevo cuerpo contenedor.



Hoy en 2021, la histórica discusión sobre la "mejor música" continúa. Y los protagonistas pueden ser catalogados de distintas formas. Comencemos a analizarlo:

Pese a lo que muchos pudiesen pensar, me molestan de sobremanera los autodenominados "rockeros true". Y no, no hablo de todos a quienes disfruten del rock. Me refiero a es@s individuos que se quedaron atascados en los clásicos. De aquellos que profesan amar al rock, pero que se desesperan al escuchar a una banda en la cual no está Axel Rose. Que asisten a un bar y exigen algún cover de AC/DC, La Castañeda o Black Sabbath. Aquellos que señalan a muchos de "possers" mientras ocultan un "culposo" gusto por las cumbias, pues su collar de Metallica y su camiseta de Megadeth los vuelve torpes bailarines. Esos que aún tienen la osadía de decir que "El rock es cultura" pero su estilo de vida y su pobre consumo musical les impide incrementar su acervo cultural y tener una mejor perspectiva de su entorno y lo que realmente representa el rock.



Dando la vuelta pero no muy lejos de ahí, están los "Me gusta toda la música". A menudo una respuesta disuasoria para evadir el juicio de las otras tribus. En ocasiones genuinamente escuchan lo que les caiga, pero seamos honestos... quien realice esto sin poder definir una preferencia musical más o menos concreta, nos dice que la música no significa tanto para ellos como para detenerse a analizar lo que sus oídos están consumiendo y si vale la pena ser anexado a su contexto de vida. Es como poner un buffet con toda la comida del mundo, y esta gente dijera que les da igual entre comer un buen taco de pastor a una torta de uñas de pies (me maman las analogías de comida).

Dicho lo anterior sobra hondar en todos los géneros y pasamos al siguiente punto: La brecha generacional.

En esta esquina se encuentran los "siempre lo pasado fue mejor" VS los "quita tu música de viejitos, boomer".

Decir que la música ha caído en un bache creativo y que lo que tenía por darnos ya fue hecho, es un argumento muy sesgado, pues si bien la música es un buen indicador de lo que la sociedad atraviesa, la realidad es que la creación nunca se detiene, pues es inherente al espíritu humano. Simplemente que cada cierto tiempo, cuando el consumo conquista y se apodera de la industria musical y la vuelve frívola, fuera del foco surgen las almas más creativas de cada generación. Solo que al no estar bajo el reflector, muchas veces se pierden en las páginas de la historia. ¿Cuántos excelentes artistas no se perdieron en el anonimato bajo la sombra de los Beatles en los 60´s'? Pero no significa que no estuvieran ahí.

Por suerte, la era digital nos permite tener registro de todos estos artistas. ¿No te gusta lo que suena en la radio? Tienes suerte, solo rasca un poco y encontrarás oro no muy lejos de tus oídos. Entonces si crees que todo lo nuevo es malo, te tengo noticias... deja de quejarte. Disfruta lo que suena en la fiesta o no seas perezoz@ y ponte a buscar, no tardarás en encontrar algo chingón.



Podríamos decir que en ese sentido es un punto a favor para las nuevas generaciones. Peeeero... alto ahí vaqueros. Ser joven es un conflicto constante, pues tienes la certeza de siempre tener la razón y desde ahí, ya vamos mal. (miren si yo lo sé).

Buenas noticias: la experiencia y los años nos mete un periodicazo en el hocico a todos y nos muestra la verdad eventualmente.

Si en este momento crees que lo que suena en tus audífonos es lo mejor que se ha hecho jamás y que Maluma baby es un genio... detente y reflexiona sobre tus argumentos. "Es que Kanye West ya tiene más reproducciones en Spotify que Michael Jackson" Pues sí morro meco, si spotify hubiera existido en la época de Tenochtitlan, el tamborazo ritual a Tlaloc encabezaría cualquier lista de reproducción, ¡¡¡duh!!!.

Esta generación es la que se ríe de sus tíos que aún escuchan música de los 70´s, pero cuando Miley Cyrus hace un cover de Blondie, les tiemblan las nalgas de emoción. Que se mofan de los boomers que disfrutan del rock, pero escuchan a un reggaetonero que se autodenomina un nuevo Rockstar (facepalm) no puedes descalificar a algo que tus propios ídolos tratan de emular.



Pero vamos... todo esto no es para incentivar más la brecha que existe entre generaciones, géneros y gustos. El punto de todo este texto es reflexionar en ¿Mi música es tan buena como yo creo que puedo descalificar toda la demás? y pensar en si quizá somos victimas de nuestra edad, la era que nos tocó vivir o el contexto y entorno en el que nos tocó crecer.

Cada canción tiene un trasfondo al cuál asociar; entiéndelo y entenderás su porqué.

La música logra eso, incluso a través del tiempo. Nos enseña de historia, nos enseña del mundo, nos cuenta anécdotas y vidas. Nos sonoriza el día a día y lo más importante de todo: la música tiene la magia de entrar en nuestros pensamientos y dejarnos conocer un poquito más sobre lo que llevamos dentro. Es como oír tu canción sad favorita a través de la ventana del carro y sentirte en un drama de película.



Escucha tu música y siempre trata de descubrir algo más allá de lo obvio. Un ejercicio casi siempre difícil, pues la naturaleza humana nos habla de un ser curioso, pero también de tender a quedarnos donde encontramos seguridad. Rompe con ese "Mejor malo conocido, que bueno por conocer" escucha lo que la música tiene por ofrecerte. A menudo moverse de la zona de confort, es una excelente forma de trascendencia.

No impongas formas de ver a la música. Mejor comparte y deja que la otra persona decida si tomar o no tu recomendación. Créeme, se siente más chido compartir que imponer y la gente está dispuesta a escuchar. Pues compartir una canción es casi un acto de amor.

Para terminar recuerda algo: no importa si te late el rock o el reggaetón, si prefieres a Beethoven o a Madonna, todos mundo sabe algo seguro... Ramón Ayala era cabrón.


Con Amor niñita. <3


P.D.: Dejen recomendaciones musicales y platicamos que tal.

P.D.: Recomendación: Vean "Cuba Feliz" un documental sobre la música cubana. Siguen a Miguel de Morales "El Gallo" un trovador urbano de la Habana. Muy bonito para entender como la música brilla en cualquier lugar. (está gratis en Youtube).





Entradas recientes

Ver todo

Comments


Formulario de suscripción

  • facebook
  • instagram
  • facebook

©2020 por César Alberto Rosas Armendáriz. Creada con Wix.com

bottom of page